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Descubrir los ecosistemas marinos de Martinica

En Martinica, el medio marino se compone de tres grandes ecosistemas, los corales, los lechos de hierbas marinas y los manglares, que desempeñan un papel insospechado en la conservación del litoral de la isla y de su flora y fauna submarinas. Por lo tanto, ¡conservarlos es esencial! Le explicamos por qué y cómo. 

El arrecife de coral

Un arrecife de coral
Fondos marinos en Martinica, foto de Pascal Stanilas.

Empecemos por el arrecife de coral. También conocido como arrecife de coral, es un conjunto de corales que juntos forman una estructura natural. Si es tan fácil observar los corales en Martinica, haciendo snorkel, buceando o en un barco, es porque se desarrollan principalmente en aguas tropicales cálidas y a poca profundidad, a un máximo de veinte metros bajo el agua, para poder captar suficiente luz. 

Por lo tanto, la luz es esencial para los corales. ¿Por qué? Porque los corales son en realidad animales -llamados pólipos- que viven en simbiosis con una microalga -la zooxantela- que alimenta al pólipo mediante la fotosíntesis. Y, para que conste, son estas zooxantelas las que dan a los arrecifes de coral sus diversos colores brillantes al utilizar la energía solar durante la fotosíntesis. 

Además del acceso a la luz, hay otros elementos esenciales para el correcto desarrollo de los corales tropicales: 

  • Agua clara, para poder disfrutar de una buena luz 
  • Agua oxigenada para garantizar la supervivencia de las microalgas 
  • Agua cálida, entre 24°C y 29°C, la temperatura ideal para la calcificación y reproducción de los corales

Dicho esto, la razón por la que los arrecifes de coral son tan importantes es que albergan una variada fauna y flora compuesta por múltiples especies de peces, esponjas, anémonas y gorgonias. Su desaparición sería, por tanto, sinónimo de un verdadero trastorno en el ecosistema que albergan. 

Y eso no es todo: al romper el oleaje del mar abierto, los arrecifes de coral protegen las praderas marinas y los manglares que sólo se desarrollan en aguas tranquilas. A continuación le contaremos más sobre la importancia de estos dos ecosistemas marinos. 

Comprender la relación entre el calentamiento global y la muerte de los corales:

El calentamiento global es responsable del aumento de la temperatura de los océanos y de la subida del nivel del mar. Sin embargo, cuando la temperatura del agua supera los 29°C, las microalgas que cohabitan con los pólipos ya no pueden realizar la fotosíntesis, esencial para el desarrollo del coral. A continuación, los corales expulsan las zooxantelas y revelan su estructura calcárea blanca, de ahí el fenómeno de blanqueamiento del coral del que sin duda ha oído hablar. Sin embargo, sin estas microalgas, los pólipos ya no son capaces de alimentarse y perecen.

Herbario 

Herbier mixte_©Mathilde BRASSY-Carbet des Sciences
Herbier mixte_©Mathilde BRASSY-Carbet des Sciences

Como ya se ha dicho, los arrecifes de coral ayudan a preservar las praderas marinas, que también son esenciales para el buen funcionamiento del ecosistema marino de Martinica.  

Las praderas sirven de alimento a diversos herbívoros marinos, como las tortugas, que son una especie protegida (¡!), ciertos peces, erizos de mar, estrellas de mar y lambis, así como pepinos de mar u holoturias, que son auténticos limpiadores de arena. Pero también aseguran la oxigenación de las aguas en las que se desarrollan, capturan el carbono oceánico, frenan las corrientes y, por tanto, limitan la erosión costera, además de atrapar sedimentos, gracias a sus raíces. El interés es doble: evitar que los sedimentos asfixien a los corales, por un lado, y ofrecer un sustrato selecto para el desarrollo de la flora costera, por otro. 

El anclaje, la falta de saneamiento de las aguas vertidas en el litoral y el pisoteo son amenazas para los lechos de hierbas marinas, que son un ecosistema esencial del litoral de Martinica y del medio marino en general. Así que eche el ancla en el fondo de arena y utilice las boyas cuando estén disponibles para anclar por encima de los lechos de hierba marina.  

El manglar 

Manglar, fotos de Alexandre Favre.

Los manglares son bosques que crecen entre la tierra y el mar en aguas salobres, una mezcla de agua dulce y salada. Los mangles pueden crecer en este entorno porque sus raíces aéreas, como zancos, son capaces de filtrar la sal del agua del mar y oxigenarse al aire libre. 

Para el minuto botánico, es importante saber que en realidad son los manglares rojos los que se pueden ver en el borde del manglar. En la parte posterior del manglar, donde hay menos agua, es el mangle negro el que prima, anclado en el barro; y en la zona seca, en tierra firme, son los mangles gris y blanco los que se pueden encontrar. 

Lo que es importante recordar es que la preservación y protección de los manglares es esencial, ya que estos ecosistemas proporcionan servicios ecológicos inestimables tanto para el fondo marino como para el litoral. 

Los manglares son verdaderos viveros que permiten a los peces juveniles desarrollarse al abrigo de las corrientes y de los grandes depredadores. Una vez que están listos para zarpar, pueden alimentarse en los lechos de hierba y unirse a los arrecifes de coral. Muchas especies de cangrejos, moluscos, aves y roedores anidan en los manglares.  

Gracias al hábil entrelazamiento de las raíces de los zancos de los manglares a lo largo de la costa, los manglares también son capaces de absorber el oleaje y proteger así la costa de la erosión y la inmersión debidas a los ciclones o incluso a los tsunamis. 

Cabe señalar que también atrapan los sedimentos y la contaminación de la tierra, preservando así los corales, los lechos de hierbas marinas y sus especies. Por último, al igual que todos los bosques, los manglares atrapan el CO2, una baza importante en la lucha contra el calentamiento global. 

Así, el arrecife de coral protege las praderas marinas, que a su vez desempeñan un papel esencial para los manglares, que a su vez preservan las praderas marinas y permiten que muchas especies se desarrollen con total seguridad. La buena salud de este tríptico manglar-hierba-arrecife coralino es, por tanto, un factor determinante para unos fondos marinos ricos y llenos de vida: una baza tanto para la pesca como para las actividades de ocio -submarinismo, snorkel, navegación-, siempre que sean respetuosas con estos preciosos ecosistemas marinos. 

Artículo escrito por : Axelle DORVILLE

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